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by Tiegre
Rated: 18+ · Other · Action/Adventure · #1769655
El tercer capítulo de la novela.
En lo alto del edificio más alto de la ciudad, vestido con su atuendo nocturno y con la tela que le envolviera cuándo aún era un bebé en las manos, Dani sopesaba las palabras de la madre Masozi.
Quienquiera que fuesen la pareja que le entregaron al orfanato, estaban heridos y, probablemente, metidos en grandes problemas. Eso explicaría, en caso de tratarse de sus verdaderos padres, que le dejasen allí. El muchacho apenas pudo contener su rabia. Estaba más o menos cómo al principio, pero con muchos más interrogantes e inquietudes que antes.
Poco a poco, una sensación extraña se abría paso hacia su mente. Para ser sinceros ni siquiera se había planteado lo ridículo que era el hecho de que estuviera considerando que sus padres no fueran humanos. Entonces qué eran, ¿marcianos? De improviso, la sensación que le invadía cobró forma en el subconsciente del muchacho. Le estaban espiando.

- Muy lento. Si fuera un enemigo de verdad ya te habría destrozado- oyó una voz muy grave que le habló a sus espaldas mientras él se giraba a toda prisa.

Entre las sombras pudo distinguir algo, una silueta, lo suficientemente cerca como para distinguir que se trataba de un hombre encapuchado. Vestido con pantalón de chándal y una sudadera gris, muy parecidas a los suyos, el extraño emitía un aura de peligrosidad extraordinaria, cómo Dani no había visto en su vida.

- ¿Quién eres? ¿Porqué me espías?– preguntó el chico, un poco consternado.
- Yo no te espío, mocoso- contestó de nuevo el otro, con un tono asombrosamente neutral, cómo si no le importasen las suposiciones que pudieran hacer la gente sobre él.
- ¿Ah, no? Entonces ¿cómo explicas que estés deslizándote furtivamente a mis espaldas sobre un tejado a medianoche?
- Yo no me deslizo de ninguna manera- volvió a decir el extraño- es mi forma de andar. Además, llevo cómo un minuto esperando a que te des cuenta de que estoy aquí.
- De todas formas- dijo Dani, empezando a perder la paciencia con aquel tipo- no me interesa nada de lo que vendas, ¿de acuerdo, tío raro?
- De acuerdo, pequeñajo- contestó el otro mientras hacía una mueca burlona- sea como sea, sólo venía a decirte que dejes de usar mi nombre para tus ridículas hazañas de superhéroe de cómic barato.
- ¿Tu nombre? ¿Qué nombre?- se extrañó el muchacho, que no alcanzaba a comprender la gravedad del asunto- no sé de qué me estás hablando.
- Bien, entonces tendré que demostrártelo.

El extraño dio un paso largo hacia adelante, y, para cuándo Dani reaccionó, ya estaba casi a su alcance. Instintivamente, esquivó por muy poco un directo a la mandíbula, y acto seguido, un golpe de rodilla a las costillas. El tipo se movía cómo un animal, tan sorprendentemente controlado y, a la vez, tan vivamente natural.
El cerebro del chico comenzó a desbordarse. ¿Quién era? ¿De dónde había salido?, pero sobre todo, ¿Porqué era tan endiabladamente rápido?
Poco a poco, los ataques del extraño fueron ganando rapidez e intensidad, no dejando a Dani tiempo casi para respirar. El chico se encontraba arrinconado, cómo nunca lo había estado en su vida, y su corazón palpitaba hasta el punto que creyó que se le iba a salir del pecho. De improviso, un golpe mucho más rápido que los demás, en plena cara, y un posterior directo al pecho le mandaron a la otra esquina del tejado del edificio, dejándole prácticamente sin respiración.
A medida que se intentaba recuperar de los potentísimos golpes, Dani veía cómo el otro se le acercaba. Sin poder hacer nada por evitarlo, el extraño lo agarró del chaleco y lo levantó en vilo cómo si fuera una pluma, sin aparente esfuerzo. Fue entonces cuando el chico se dio cuenta de que el otro ni siquiera sudaba.

- Mírame a los ojos, muchacho- le dijo mientras se echaba la capucha hacia atrás, mostrando sus orejas ligeramente puntiagudas y un rostro color anaranjado, un poco peludo y con rayas atigradas- y dime, qué es lo que ves.
- Un…- balbuceó el chico, mientras se perdía en el infinito vacío rebosante de dolor que eran los ojos del extraño- un diablo de ojos verdes…
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