No ratings.
Un cuento de hadas en el bosque nuboso de Costa Rica |
Habia una vez una niña llamada Andrea que se mudó de casa en la ciudad hacia una casa en las montañas. Su padre tenía un trabajo nuevo y este era en un lugar remoto, junto a un lindo y misterioso bosque que siempre pasaba lleno de nubes. Al principio fue muy dificil para Andrea porque no estaba acostumbrada a estar en la montaña. Ella venia de una grande y ruidosa ciudad, con mucha gente y habian muchas cosas que hacer que solo se pueden hacer en la ciudad. Al principio le resultó un poco aburrido pues no habían sitios de juegos plásticos, ni cine, ni otras cosas que solía hacer en la ciudad. En cambio aquie habian muchos árboles y árboles por todos lados. En el bosque, que a veces se cubria por completo de nubes, se escuchaban ruidos misteriosos: cantos de pajaros, animales que corrian por los arboles, el aullar de los monos y el cantar de los grillos. Todos estos ruidos eran un misterio para Andrea y al principio le daban un poco de miedo porque no sabía de donde provenian. Su casa nueva estaba hecha de madera y sus padres le habian dicho que no se alejara mucho. En especial que no bajara nunca por la ladera hacia el arroyo que corría cerca de la casa. -"nunca vayas sola al bosque," -le decian sus padres "Aun estas muy pequeña y podrías perderte. Cuando estés más grande podrás ir conociendo más, pero por ahora no te alejes de la casa" Andrea se aburría mucho, pensaba que no habia nada que hacer pues estaba acostumbrada a ver televisión por la tarde y aqui en las montañas no había mucho que ver. Un día estaba muy aburrida y su papá y su mamá estaban ocupados en sus trabajos. Andrea era curiosa y quizo ir a jugar por el arroyo donde le habían dicho que no podía ir. Bajó por la ladera y cruzó el jardín de flores tropicales que rodeaba su casa. El sendero la llevó mas abajo donde terninaba el jardín y comenzaba el bosque. Aqui los árboles eran altos y tapaban la luz del sol, el aire se sentía mas fresco y se escuchaba el trino de los pájaros y los sonidos misteriosos de los insectos. A Andrea le dió un poco de miedo pues no estaba acostumbrada a desobedecer a sus padres, pero siendo una niña valiente y curiosa sigui adelante. A lo lejos se escuchó un trueno, pero sonaba muy lejano asi que decidió bajar rapido al río y jugar un momento y luego regresar antes de que lloviera. Después de un rato llegó al fondo del cañon, alli corrria un riachuelo pequeño y de aguas frescas. Andrea no veia que tenía de peligroso venir aqui y comenzó a jugar a la orilla del agua recogiendo piedritas y lanzandolas a las pocitas frescas. Jugó de dejar caer hojitas y ver como daban vueltas en la corrienta y los pequeños remolinos que se hacian en el agua cerca de las piedras. Andrea se sentó a la orilla del arrollo y se quedó escuchando el murmullo del agua que nunca cesaba de cantar. Hasta le pareció por un momento escuchar pequeñas risas entre los gorgoreos del agua. Recogiendo hojitas y piedritas notó que habia tambien basura: pedazos de plasticos y algunas latas. Quizas alguien habia pasado por allí y las habia botado. Eso no le pareció y recogio algunas y las sacó del agua. De pronto vió que el agua se tornaba sucia, llena de palos y hojas secas, y parecía como si hubbiera cada vez mas agua. Se escuchó un sonido estruendoso como de ramas quebrandose y mucha agua chocando contra piedras. De pronto vio una enorme ola de agua que venia hacia ella. No sabia de donde habia salido pero una enorme correntada de agua bajaba por el cauce del arrollo arrastrando todo lo que se ponia en su paso. Andrea se asustó mucho, y pensó en que nunca deberia haber desobedecido a sus padres y venir al río ella sola. No sabia que hacer cuand de pronto escuchó una vocecita que la llamaba. -"Andrea! Andrea!" - sintió que alguien la tomo de su mano y la jaló con fuerza dentro de las frías aguas de la pocita. Andrea no sabía que estaba pasando. La pocita no era mas profunda que sus rodillas pero al caer al agua se hundio como si fuera una enorme laguna. No lograba ver quien la estaba llevando, pero la hundia cada vez mas dentro de aquellas profundas aguas hasta meterla debajo de unas enormes rocas. Por encima de ella pasó la enorme corriente de agua sucia, pero ella y quien sea que la habia salvado estaban seguras debajo de las rocas. La correntada pasó en unos minutos y Andrea estaba en la oscuridad de la cueva y sintió que alguien la abrazaba mientras pasaba el tumulto de agua. Despues de unos momentos se dió cuenta que estaba bajo de agua pero aun asi habia estado respirando todo este tiempo. Podia respirar bajo de agua! Una vez pasada la corriente de agua, el arroyo se volvió a aclarar y la luz volvio iluminando la cueva en que se encontraba Andrea. Entonces vió quien la habia salvado. Era una criaturita de piel color verde-azulado, con ojos grandes y negros y un cabello de color verde que flotaba al rededor de su cabeza bajo el agua. |