"Mi corazón muriendo con ella, yo no le dije nunca mi sufrimiento. Mi deseo... |
La que muride amor Por: Cynth Annette A/N: Este cuento ha sido inspirado por el poeta JosMarty su poema "La ni de Guatemala, la que muride amor" Es uno de mis poemas favoritos y espero que les agrade. Reviews siempre ser apreciados. 'Quiero, a la sombra de un ala, Contar este cuento en flor: La ni de Guatemala, La que se muride amor.' 'Eran de lirios los ramos, Y las orlas de reseda Y de jazm: la enterramos En una caja de seda. ' '...Ella dio al desmemoriado Una almohadilla de olor: El volvi volvicasado: Ella se muride amor. ' 'Iban cargdola en andas Obispos y embajadores: Detr iba el pueblo en tandas, Todo cargado de flores. ' '...Ella, por volverlo a ver, Salia verlo al mirador: El volvicon su mujer: Ella se muride amor. ' Como de bronce candente Al beso de despedida Era su frente la frente Que m he amado en mi vida! ...Se entrde tarde en el r, La sacmuerta el doctor: Dicen que muride fr: Yo sque muride amor. All en la beda helada, La pusieron en dos bancos: Bessu mano afilada, Bessus zapatos blancos. Callado, al oscurecer, Me llamel enterrador: Nunca m he vuelto a ver A la que muride amor! OOooOO El sol estaba oculto por nubes grises de lluvia y el viento soplaba con tristeza. Por lo menos, eso era lo que mi coraz me hac ver. Ya que ella yac en su caja de seda. Su hermoso rostro inerte, ya no iba a ver movimiento en su cuerpo. Ella, que era lo m importante en mi vida, muripor amor. Ella se enamorde un mercader, que ven de vez en cuando y cuando quisiere. Muchos dijeron que era romtico, otros de que era insensato. Yo, solo me quedaba callado. Sin decir ni una palabra. Sabiendo la verdad, sabiendo como todo iba a terminar. Ella me contaba sus sues con , me contaba las pasiones ardientes que tenn ambos. Me contaba lo mucho que lo amaba. Y yo, callado. Sin decir ni una palabra, solo escuchaba. Solo le sonre en el momento indicado, mientras que mi coraz mor antes que el de ella. Sabiendo, imaginando en co iba a parar todo. Ya que ella muride amor. Ella me contque le dio una almohadilla de olor, para que se acordara de ella. Ten en ella su perfume, bado en su olor. Co me hubiera gustado tenerla en mis manos! As su olor estuviera conmigo siempre, marcado en ellas. Un d, volvial pueblo, acompado por una apuesta dama. Esas de dinero, fina y orgullosa. De las que te mira por el hombro como si fueras escoria. Como si estuvieras debajo de ella. El pueblo comenza murmurar a espaldas del hombre mercader. A decir infinidades de cuentos, dejando sus alocadas imaginaci volar. Y yo, callado. Sin decir ni una sola palabra. Ya yo sab el final. Ya que ella muride amor. Ella llego de noche a mi casa, en negaci con la nueva noticia que el pueblo le trajo. Tratando de confirmar con migo la mentira que muy dentro de ella sab que era cierta. El pueblo llevaba la caja de seda que mi amor ahora reposaba. Obispos rezaban por el alma de ella mientras la llevaban al lecho de los muertos. Detr, el pueblo con flores y rezos solo para ella. Y yo, callado. Sin decir ni una palabra, observaba como la llevaban. Ella me dijo que quer verlo, yo le dije que era mala idea. No me escucho. Las icas palabras que he dicho sobre el asunto, cayeron como silencio en sus oos. Se encontraron, se consumieron en pasi, pero volvicon su mujer elegante. Y ella se muride amor. Mi coraz muriendo con ella, yo no le dije nunca mi sufrimiento. Mi deseo. Ella volvia donde m me contel timo capulo de su carnal pasi con el hombre que amaba. Y yo, callado. Sin decir una sola palabra, le bese su frente. Mi despedida a ella, sabiendo que no volver a besarla, a escucharla. A la otra aurora, el medico la encontr sumergida en el r La saco muerta. Su coraz fr y paralizado. El medico dijo que muride fr, gracias a las heladas aguas de la penumbra. Pero, yo sab que eso era pura falsedad. Ella muride amor. Nada puede parar el coraz como un amor no correspondido. En la capilla, antes de llevarla a su nuevo lecho, bese su mano helada, acaricisu cara pida y bese cada uno de sus zapatos. Al cerrar el ata donde mi coraz yac, la llevaron a su fosa, donde la bajaron con delicadeza. Yo me fui, no mire para atr. Ya que si lo hac, iba a cometer un gran delito. Me encere en mi casa vac. Ocultdome de todo el mundo. Como si no pudieran tocarme, no pudieran alcanzarme. Pensando, sondo, llorando por ella. Ya que mi coraz muricuando el suyo paro. Al oscurecer, el enterrador me encontr ico que sab de mi infatuaci con la muerta de ese d. "Ven conmigo, dile tel timo adi." Me ordeno el hombre, obligado salde mi casa hacia el cementerio con . Al llegar a su lecho, mis ojos se abrieron. La tierra movida, la lida abierta, y el ata afuera. Y ella, sentada como novia encima de , su espalda reposando en la lida. Sus ojos cerrados y su piel fr. Y yo, callado. Sin palabras, me vire y marche a mi casa. Nunca m he vuelto a ver a la que muride amor. Fin
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