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El sexto capÃtulo de la novela. |
- ¿De verdad estáis todos muertos?- preguntó Dani a Frank una vez hubieron acabado de hablar con el maestro de éste último. - En realidad no- contestó el otro- pero sà es verdad que la única manera de pasar del estado Dormido al Despierto es básicamente estar al borde de la muerte. - O sea, que según vuestra teorÃa cuándo esté prácticamente muerto, reviviré con aspecto de bestia salvaje y entonces habré “despertado”. - No sólo se trata de eso, chico- dijo Frank mientras la chica que estaba sentada junto a ellos abrÃa los ojos, los cuales eran de un precioso color rojizo- tu espÃritu sólo hará que tu cuerpo renazca cómo Despertado si realmente tienes algo importante que terminar. - Si alguien a quién aprecias se encuentra en peligro ó algo te está consumiendo por dentro en el momento de la muerte, tu espÃritu simplemente se negará a dejar de existir, y hará que tu cuerpo reviva- dijo la chica, la cual hablaba por primera vez desde que Dani llegase al lugar. Ahora que se fijaba de cerca, el chico comprobó que la mujer tenÃa unas extrañas marcas por el cuerpo, de un color un poco más oscuro que su propio tono de piel. De hecho, las marcas eran muy parecidas a los dibujos de la tela que él tenÃa y, por consiguiente, de la alfombra en la que estaban sentados en ése momento. Aparte, la chica tenÃa las orejas ligeramente puntiagudas y el largo pelo moreno peinado hacia atrás, dándole una apariencia muy masculinizada y dura. - Ella es Asha- dijo Frank al ver que se habÃa hecho el silencio- es la hija mayor del rey de los Despertados. - ¿Rey?- se extrañó Dani- ¿cuántos Despertados hay ya en el mundo? - Al menos una centésima parte de la población mundial es propensa a despertar- le dijo la chica, mirándole frÃamente- al menos varios cientos de ellos ya lo han hecho, pero de los que quedan, la mayorÃa de ni siquiera saben qué les espera, cosa que pretendemos corregir. - ¿Por qué? ¿qué hay de malo en ello? - Si no sabes lo que te sucede en el momento del despertar, puede que pierdas el control a causa del miedo y tu espÃritu se colapse, dando lugar a un VacÃo- le explicó Frank. - Y eso es malo, ¿verdad?- preguntó de nuevo Dani, viéndose venir el percal. - Muy malo- le dijo de nuevo el otro- un VacÃo es una ausencia de materia fÃsica y espiritual, un alma en pena que, por razones más que obvias, se dedica a matar y absorber otras almas. - Qué chungo- dijo el muchacho mientras evitaba la mirada de la mujer, que parecÃa analizarlo de la cabeza a los pies- y ¿no se les puede salvar de ninguna manera? - Hay una forma, pero es arriesgada- contestó Frank- una vez una de ésas almas me pilló desprevenido cuándo aún era humano. Cuándo un VacÃo te toca entras en una especie de paralización ó éxtasis, dónde puedes ver todas las cosas que, por cuestiones de limitaciones visuales, no ves normalmente. Después de un brevÃsimo perÃodo de tiempo en ése estado, tu mente reacciona y puedes volver a moverte con normalidad… pero ya estás en su mundo, el mundo de la psique. Probablemente tu cuerpo yazca inconsciente sobre el lugar dónde estuvieses cuándo hiciste contacto con la criatura, asà que sólo puedes defenderte luchando con tu mente para evitar que te absorba. En cualquier caso, si tu mente ó cuerpo mueren, estás perdido. - En tu caso tuviste mucha suerte, Frank- le dijo la mujer al susodicho, tornando la mirada. Era obvio que sentÃa algo por él. - SÃ, lo cierto es que sÃ- dijo él, mientras miraba hacia el suelo, visiblemente afectado por lo que ella habÃa dicho- Dani, si no sabes absolutamente nada sobre la persona que dio lugar a un VacÃo es prácticamente imposible escapar de su influjo, ya que el poder de éstas criaturas es casi ilimitado en el mundo de la psique. - Entonces tú debes ser algo súper poderoso también, ¿no?- le dijo Dani sonriendo un poco, aliviado de que hubiera una forma de escapar de la incomodidad de la conversación- porque si pudiste vencer a una de ésas criaturas en su terreno es que eres realmente bueno. - No, te equivocas…- comenzó a decir Frank, entrecortado- aquél VacÃo… era mi madre… |