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Rated: 18+ · Short Story · Ghost · #2014476
(Story in Spanish) Is about two friends practicing the ritual of Hitori Kakurenbo.
Buzzzz… buzzzzzzzzzzzzzz… “¿Dónde está mi teléfono?” Habiendo alcanzado el teléfono desactivó la alarma de las 7:00 AM, según la pantalla de su teléfono eran 7 AM de la mañana del 21 de Octubre. La hora de comenzar la misma rutina de siempre, ducha, dientes, ropa, y de camino al trabajo. Superada la primer prueba de todo ser humano, levantarse de una comoda y caliente cama por la mañana, Tras dirigirse al baño Julian comienza con el primer paso de su rutina.
La peor parte de bañarse con agua fría un dia de invierno, a las, ahora 7:05 de la mañana, era el hecho de tener que dirigirse a una horrible y mal decorada oficina solo para ser insultado por personas a las que uno esta obligado a complacer. Pero con todas las deudas por pagar no hay de otra. Terminando su ducha se dirige al lavamanos para cepillar sus dientes cuando recibe una llamada de su mejor amigo.

-“Hola Albert” Contesta Julian
-“¿Qué tal viejo?” Albert responde con su usual saludo
-“Ya alistandome, ya reparé el carro, en 20 te paso recogiendo.”
-“OK. Solo qu…”
-“Alo?” Nada “Aloooo.”

El mensaje “No Signal” reemplazaba las barras de señal. Esta basura. Tengo que cambiar teléfono, no puedo más con esta chatarra pensaba. Terminando de cepillar sus dientes Julian se dirije a su reluciente camisa favorita de Suicide Silence extendida sobre la cama junto a sus jeans favoritos, gracias al cielo por la flexibilidad del casi inexistente código de vestimenta en la oficina.
Estacionandose fuera de la casa de Albert, ambos se fueron directamente al baúl del carro para guardar la bolsa para dormir y otras pertenencias de Albert ya que pasará la noche fuera.

-“Cómo has estado?” Pregunta Albert al subir al vehiculo.
-“Ya listo” Afirma Julian.
-“¿Ya tenés las cosas?”
-“Aún no, pero ya las encarge, cuando salgamos del trabajo las pasaremos recogiendo.”
-“OK, me parece.”

Llegando al trabajo el dia se desplaza como todos los demás dias de este mes, las hojas de los arboles cayendo, mucho viento, frío y las nubes bloqueando el paso de la luz del sol. El trabajo, lo de siempre, insultos y la continua presión de que debemos de mejorar (presión ejercida sobre todo de las personas que trabajan menos). La verdad nada fuera de lo normal, por el momento. A la salida del trabajo Julian invita a su colega a subir nuevamente al Chevrolet del ‘97 que su padre le regaló en su cumpleaños número 22.
Esa tarde al llegar al barrio chino ambos se dirigieron al mercado y compraron lo que necesitaban, arroz, sal refinada, hilo rojo, y alfileres. Saliendo se dirigieron a la tienda de muñecas de Dorothy, una lectora de cartas con la que habían acordado encontrarse desde hace una semana.

-“¿Están seguros?” Pregunta Dorothy al verlos entrar a la tienda.
-“Sí, muy seguros.” Responde Albert sin duda alguna.
-“Solo recuerden el procedimiento y sobre todo como terminar el juego.” Dorothy toma un minuto mirandolos a los ojos fijamente, sin ninguna palabra de por medio, se dirije al almacen al fondo de la tienda. “Aquí esta”. Y en sus manos se encuentra una muñeca de manta, pequeña, rellena de algodón, botones negros en el espacio donde deberían de estar los ojos. “Disfruten el juego y tengan cuidado.”
-“Sin duda lo disfrutaremos.” Julian afirma muy confiado

Saliendo de la tienda, con la pieza clave, se dirigen nuevamente a casa de Julian. La casa esta sola ya que sus padres disfrutan de sus vacaciones anuales. Albert saca su bolsa para dormir del baúl del carro, y una mochila con ropa y unas cuantas de sus pretenencias. Sin más preambulos se dirgen al interior de la casa, con su sentido comun nublado por la emoción y la curiosidad.
Habiendo arreglado la bolsa para dormir y haber alistado la habitación principal del segundo piso (la habitación de los padres de Julian) eran ya las 8 de la noche. Tenian todos los pasos memorizados y ya los preparativos estaban listos. Teniendo claro que debián de comer suficiente y dormir bien Julian hiso la cena para ambos y decidieron dormir hasta las 11:30 PM la hora donde todo comenzará, como habían acordado.
Buzzzzzz… buzzzzzz la alarma comienza.

-“Albert” Julian llama a su amigo “Albert, levantate.”
-“Ya estoy despierto.” Se queja su amigo.
-“Ya traje todo, bajemos al primer piso y vamos a la sala.”
-“OK, vamos.”

En la sala, con todas las luces posibles encendidas, se encuentran los dos amigos. En el suelo se encuentran las tijeras, agujas, cuchillo, arroz, sal, hilo rojo, una botella de sake perteneciente a Julian, y la muñeca que adquirieron esa misma tarde.

-“¿Qué va primero?” Consulta Julian.
-”Lo que hacemos es abrir la muñeca con las tijeras y sacarle el contenido.” Con mucho cuidado Albert procede a hacer lo mencionado. “Ahora la rellenamos con arroz.”
-“Ahora tenemos que pinchar nuestros dedos y dejar caer un par de gotas de sangre en el arroz.”
-“Correcto.” Ambos proceden a tomar cada uno su aguja y dejan caer con cuidado un par de gotas de sangre en el interior de la muñeca ahora rellena de arroz.
-“Ahora la coseremos con el hilo rojo para simbolizar los vasos sanguineos que le darán vida.”

Habiendo cerrado la apertura donde sacaron el contenido de la muñeca se dirijeron al baño, donde esta la tina, y llenandola hasta la mitad sumergieron a la muñeca completamente. Al estar la muñeca completamente sumergida ambos se dirigieron a cada uno de los cuartos y rincones de la casa y apagaron cada una de las luces, lo único que permanecería encendido serían los televisores de la casa en un canal que genere estática para que lo que sea que los visite esa noche se pueda comunicar. La sal refinada fue colocada en el suelo frente a la puerta de cada cuarto donde no querían que nada entrara. Regresando al baño, siendo la luna llena la única fuente de luz penetrando por las ventanas, se acercaron a la muñeca aun sumergida, cada uno puso una mano en la muñeca para mantenerla completamente sumergida. Habiendo decidido el nombre para la muñeca Julian comenzó con una suave voz, de la misma manera en que un padre le habla a su bebé.

-“Julian y Albert serán los primeros, Julian y Albert serán los primeros, Julian y Albert serán los primeros.” Y la dejaron ahí.

Ambos regresaron a la segunda planta y entrando a la habitación contaron hasta 10, regresaron al baño para encontrar a la muñeca aun sumergida en la tina. Esta vez Albert dijo:

-“Lyss te encontré,” y Albert introdujo el cuchillo en el pecho de la muñeca, donde su corazón estaría. “Ahora Lyss hazlo, ahora Lyzz, ahora Lyss!” En ese momento Albert arrojó la muñeca al fondo de la tina junto con el cuchillo que utilizó para asesinarla.

Velozmente corrieron hasta la habitación principal del segundo piso y en ese lugar ambos llenaron sus bocas con sake pero no lo tragaron, el sake tiene que ser escupido a la muñeca para liberarla de cualquier espíritu que le de vida. Con todas las luces apagadas a excepción de los televisores de la casa con estática, esperaron a que la muñeca se levantara de su sueño, y con el cuchillo que fue atacada fuera por ellos para comenzar el juego. Pasaron los minutos, el reloj ya marcaba las 12:17 AM, nada aún. Julian bebió el Sake que tenía en la boca.

-“Creo que no funcionará.” Le confezó a Albert
-“Dicen que toma un rato” Insistia su amigo despues de beber tambien el sake que contenía en su boca.

Durante una hora esperaron y esperaron, decepcionados por su imminente fracaso en su juego, al ver que tenían mucho sueño y al dia siguiente tenían que trabajar decidieron quedarse en el cuarto y dormir, Julian en la cama y Albert en la bolsa para dormir que trajo de casa. El sueño era tal que acordaron solo dormir y levantarse temprano para limpiar todo a la mañana siguiente.

-“AAAHHHHHHHHHHHHHHHHH!!” El grito como de una niña pequeña siendo golpeada pentraba las paredes de la casa. “AAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!” nuevamente el grito rompia el sueño que envolvía a los amigos, el reloj digital sobre la mesa de noche marcaba las 3:01 AM para el momento en el que el segundo segundo grito terminó.

-“Julian ¿Escuchaste eso?” Preguntó Albert susurrando.
-“Sí” Respondío su amigo, tan cerca del otro que podía sentir su frio cuerpo temblar. “¿Apagamos las T.Vs?” consulta
-“No, no lo hicimos. ¿Crees qué…”

-“¿Donde estaaaaaan!?” preguntaba la voz que parecía proceder de la T.V de la sala. “Ahora voy yo! ¿Están aquí?” PUMM se escuchaba una puerta siendo arrojada. “Hooolaaaa” repetía la voz en un tono más tierno esta vez. “¿Vamos a jugaaar? Holaaaa.”

Julian se puso de pie de un salto y corrió a su telefono para pedir ayuda, “No signal”, el único teléfono en la habitación estaba muerto. Al volver su mirada hacia la puerta de la habitación Albert se encontraba petrificado con la puerta entre abierta obserbando algo al otro lado, al acercarce Julian él tambien sabría porque, la muñeca saltaba para subir las gradas, sin ayuda de nadie, con el cuchillo fijamente sujetado en su delicada mano. Muy lentamente cerraron la puerta, recordando que no deben de hacer ningún ruido para evitar ser ubicados, ya que el lazo que había entra la muñeca y ellos era fuerte debido a que ambos depositaron sangre en su interior.
Al cabo de cinco minutos escucharon pasos caminando a lo largo del pasillo de la segunda planta, pasos demasiado grandes como para pertencer a un adulto, mucho menos a una muñeca de trapo. Con un ensordecedor chillido el T.V de la habitación se encendió.

-“Hola. ¿Ahora si jugaremos?” Preguntó Lyss atravez de la televisión. “Niños abranme” Pum Pum tocabam la puerta. “Niñooooos” Pum Pum “ABRANME YAAAAAA!!!” Crack crujia la puerta ante tan fuertes golpes. “ME MATAAAAROOOON!!!” Era como la voz de 100 personas quejandose a la vez.

El miedo de oir eso no se asemejaba como el terror al ver la botella de sake completamente derramada al no tener su corcho, completamente vacio al haber sido golpeado cuando Julian se levantó para ver su teléfono, presisamente lo único que podría terminar el juego. CRACK!… lo que quedaba de la puerta se encontraba ahora en el suelo, dando entrada a lo que los esperaba fuera. Un objeto paso zumbando el oido de Julian, fallando por un par de milimetros.

-“Aahhhhhh!!!!” Albert se quejaba mientras trataba de sacar el cuchillo del lugar donde su ojo izquiero se encontraba. La muñeca se econtraba inmóvil, observando friamente a su victima con su sonrisa sin vida. Una sombra se encontraba con ellos en la habitación. Julia no pudo ver como ni de donde entro ese nuevo visitante. La gran sombra que asimilaba un musculoso hombre de dos metros se incaba junto a su amigo, una mano permanecía sujetando el cuello de Albert fuertemente ahogando los gritos de su mejor amigo en el mundo. Paralizado por lo que ocurría mantenía su vista fija en su amigo que estaba en el suelo, sus manos ya no sujetaban el brazo de la extraña sombra, permanecían a cada lado de su inmóvil cuerpo.
Levantandose la sombra se dirijo a Julian, empujandolo contra la pared y haciendolo caer al suelo, lo similar al peso de un elefante se posaba sobre él haciendole imposible el querer ponerse de pie. La muñeca se encontraba en su pecho, y la delirante risa como de personas histericas emanaba del televisor a todo volúmen.

-“Gracias por jugar conmigo” Dijo Lyzz

Sin valor de abrir los ojos, Julian percibiá el calor que emanaba de su cuello, un líquido bajaban a lo largo de su cuello y empapaba su camisa. De izquierda a derecha el dolor se movía, muy lentamente, y el frío, mucho frío, luego nada. Todo terminó.

23 de Octubre. Los padres de Julian terminaron de poner todas las maletas que llevaron a sus vacaciones en la sala, depues de detenerse un momento para descansar empezarón a inspeccionar sus pertenencias para ver de donde provenía, no podían comprender de donde venia ese fétido olor. La casa estaba impecable así que sería fácil ubicar algo fuera de lugar, al subir a su habitación vieron que partes de la puerta se econtraban en el suelo, pero ignorando eso todo estaba tan ordenado. Ha excepción de la más hermosa muñeca que la madre de Julian halla visto, se econtraba en el centro de la cama, entre dos grandes almohadas. Deteniendose un momento entendieron que el olor emanaba del baño de su habitación, abrieron la puerta.

-“AAHHHHHHH!!!!!” La madre. “NOOOOOOOOO!!” acerco la cabeza de su hijo a su pecho mientras su cuerpo permanecia en el suelo. “Mi hijito” dijo en una suave voz, no podía dejar de sollozar. Miraba la madre a su esposo que permanecía atónito en el marco de la puerta viendo a su hijo y su mejor amigo victimas de una tortura fatal. La persona que él más amaba en el mundo había sido decapitada y su mejor amigo con él.
Crack! Explotaba el espejo que estaba en el baño. Viendose la pareja de esposos fijamente escucharon la dulce voz de una niña “jijiji Hola. ¿Vamos a jugar?”
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