Cinco minutos más tarde, cuando Juan se calmo, empezó a indagar en las memorias del agente de policía y se dio cuenta que podía acceder a todos sus recuerdos.
- “Vaya vaya... Agente Pablo...” - Dijo Juan a sí mismo con una sonrisa siniestra. - “Un placer en conocerle y ahora usted me va a ayudar a obtener mi venganza, pero primero va a tocar un poco de investigación.”
A continuación se dirigió al archivo para poder acceder a los datos del juez, los abogados y del policía que le detuvo.
Cuando llego, Juan vio que había un compañero del policía en el interior.
- “Hola Pablo. ¿qué tal ha ido la ejecución?” - Pregunta el compañero.
- “Hombre Luis.” - Contestó Juan acudimiento a las memorias de Pablo. - “Ha ido como siempre, rápido y silenciosa”. - Al decir eso vio en la cara Luis una expresión de '¿Qué dices?' Por lo que intento añadir algo más para disimular el comentario. - “Vengo a dejar unos informes de Juan.”
Y se fue rápidamente al archivador, antes de que Luis le preguntará otra cosa.
Al llegar, solo le tomo 5 minutos en encontrar todo lo que quería. Ya con toda la información en su poder, Juan empezó a reír y a hablar consigo mismo en voz baja ya que todo ha sido muy fácil.
- “Vaya vaya con el Juez José Alvarez y con los abogados Julia López y Maximiliano Ruiz.” - A continuación su expresión cambio a una mueca desagradable al leer el tercer cuarto nombre. - “Y él cabrón que me detuvo, Sergio Pérez”.
Con sus apellidos y sus números de documentación Juan podría acceder luego al registro para saber sus direcciones.
Como ya no tenía nada más que hacer allí, se despidió de Luis y se fue a casa de Pablo.
Una hora más tarde, cuando llego a casa de éste, se fue al ordenador y se metió en el registro para saber sus direcciones. Mientras las buscaba, Juan oyó que alguien abría la puerta principal.
- “Cariño, ¿estás en casa?” - Preguntaba Ana, que era la mujer de Pablo. Una chica joven de aspecto normal y de pelo corto.
- “Aquí estoy Ana” - Contestó Juan, haciéndose pasar por Pablo, mientras cerraba todas las ventanas de búsqueda.
Ana se fue al salón a darle la bienvenida a su marido con un abrazo, al hacerlo, Juan noto algo raro en el cuerpo de Pablo, como si éste le expulsara y fuera al cuerpo más cercano.
Unos segundos, cuando pudo reaccionar, Juan estaba viendo a Pablo a los ojos.
- “Pero que cojones...” - Empezó a decir Juan con una voz aguda, ya que estaba en el cuerpo de Ana.
- “¿Va todo bien, cariño? - Preguntó sorprendido Pablo
Juan al darse cuenta que Pablo le estaba mirando extrañado, reacciono rápidamente.
- “Si, si. Tengo que ir un momento al baño. Ahora vuelvo.” - Dijo con prisa.
Acto seguido le soltó y se fue al baño con paso acelerado.
Ya en el baño, Juan se miro en el espejo y se quedo boquiabierto al ver que se encontraba en el cuerpo de Ana. Minutos más tarde empezó a reaccionar.
- “Joder... No sabía que podía hacer esto, no está nada mal” - Se dijo así mismo mientras empezaba a analizar el cuerpo de Ana.
- “Ana, mi vida, ¿va todo bien ahí dentro?.” - Pregunto Pablo extrañado por la reacción que tuvo antes su esposa.
- “Si cariño, ahora mismo salgo.” - Contestó Juan casi sin pensar haciéndose pasar por Ana.
Se quedó en el baño unos 10 minutos examinando el cuerpo de Ana, antes de salir del baño. Cuando lo hizo, le dijo a su marido.
- “Cariño voy a salir un momento que se me ha olvidado una cosa en el coche” - Se inventó Juan.
Acto seguido salio de su casa dejando a su marido extrañado.
Ya en la calle, vio a un chico de unos veintitantos años que se encontraba escuchando música mientras andaba. Juan decidió pasar a su cuerpo para así poder comenzar su venganza.
Ya en su cuerpo decidió: